LOS INFLUENCERS EN VENTA


#LaCuartaTransformaciónVa


Aparecen a diario, enviando mensajes en redes sociales en favor de los intereses que defienden por consigna, o a sueldo. No informan, ni analizar objetivamente los sucesos que se dan en el país. Su trabajo es otro. Encausar el pensamiento social en la dirección que les conviene y para eso, utilizan todas las herramientas a su alcance, sin descartar la mentira, el engaño, la descalificación inmotivada, el odio hacia quienes son identificados como enemigos de causa y el ataque personal con intención de lastimar la reputación del adversario.

Son los influencers que trabajan a destajo, por encargo de Claudio X González y su gente.

Muchos de ellos políticos neoliberales y otros que formaron parte de gobiernos anteriores al neoliberalismo.

Desfilan a diario por Twitter y Facebook gente como Marietto Ponce, Max Kaiser, Mario di Constanzo, Ignacio Morales Lechuga, Fernando Belaunzarán, Héctor de Mauleón y muchos más.

Son personajes que presumen una educación "de calidad". Gente que ha participado en la política mexicana por décadas y que por lo mismo, fue favorecida económicamente, por ser parte de la estructura de la corrupción que gobernó al país en el pasado reciente.

Sus cuentas personales en redes sociales, se distinguen por tener gran cantidad de seguidores, los cuales se encargan de amplificar la cobertura del mensaje que escribe el influencer.

Estos personajes presumen su educación esmerada, pero en la práctica, dejan ver lo rudimentaria que resulta la misma. Carecen de idea y son incapaces de crear un discurso ordenado, en base al cual se pueda defender con argumentos, la posición conservadora, en la que creen por conveniencia económica.

No es difícil entender la causa de esta deficiencia. El currículum de cada uno de ellos lo dice todo.

Max Kaiser fue funcionario público en el pasado y la Secretaría de la Función Pública, lo sancionó en ese entonces, por haber incurrido en actos de "negligencia administrativa". Esto es, por haber sido poco responsable en el desempeño de las actividades propias del cargo que se le había conferido.

Mario di Constanzo está señalado como responsable indirecto del fraude cometido por la empresa FICREA en contra de 6,848 ahorradores. Fue tal el enojo de estas personas que perdieron los ahorros de toda su vida en ese fraude, que el día en que FICREA liquidaría una mínima parte de lo robado, tomaron las oficinas de la CONDUSEF y mantuvieron detenidos a Di Constanzo y otros funcionarios en la dependencia, hasta que el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, acudió para negociar con los desesperados ahorradores. Mario Di Constanzo era entonce titular de la CONDUSEF.

De Héctor de Mauleón, se conoce ahora, por voz del periodista Ricardo Sevilla, que tiene una formación "periodística", adquirida en una cantina de nombre "Salón Palacio", donde según cuenta Sevilla, "le cargaba el maletín al escritor de origen español José de la Colina". Ahí conoció a gente que de verdad sabía de letras y se fue relacionando con otros, hasta llegar a Aguilar Camín, quien "lo introdujo en el mundo del chayote y lo hizo a la larga, director de la revista Nexos". Eso es lo que nos dice Ricardo Sevilla, respecto a la forma en que llega de Mauleón al mundo intelectual neoliberal. Hay un video en el portal de Sin Censura, donde se habla con mayor amplitud del tema.

De Fernando Belaunzarán poco hay que decir. Es un perdedor nato, que jamás ha ganado una contienda electoral. Su último intento por conseguir una diputación, representando a Iztapalapa, terminó en fracaso, perdiendo ante Fernández Noroña. Siempre ha caminado a la sobra de "Los Chuchos", en el PRD y nunca ha desempeñado cargos relevantes dentro de la estructura de ese partido.

Ignacio Morales Lechuga fue Procurador General de la República, en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Es actualmente notario público y ha sido señalado por el presidente López Obrador, como el encargado de regularizar varias de las propiedades adquiridas por Carlos Loret de Mola, en la Ciudad de México. En el juicio seguido a Joaquín "Chapo" Guzmán en Estados Unidos, el nombre de Morales Lechuga apareció.

Uno de los testigos presentados, aseguró que el entonces procurador, recibía dinero de la delincuencia organizada, a cambio de permitir que el grupo del "Chapo", trabajara sin problemas.

Marietto Ponce se dice "constructor" y empresario. Vida dentro de la política, no se le conoce. Lo más relevante en él, aparte sus ataques permanentes al gobierno de la Cuarta Transformación, es el pleito que tuvo con Ricardo Salinas Pliego, quien lo rebautizó como "La Marrana Parada".

Todos estos personajes forman parte del grupo de influencers que manejan grandes granjas de bots, pagadas por los grupos opositores, e incluso por organizaciones extranjeras, que responden a intereses del gobierno norteamericano.

La semana pasada, el presidente López Obrador informó en su conferencia mañanera, que la Fundación Atlas Netwok, conocida por ser promotora de movimientos desestabilizadores en naciones que son gobernadas por personajes que no son del gusto de Estados Unidos, está enviando recursos a la oposición mexicana, para que mantenga vivo el movimiento reaccionario en nuestro país.

Todos los personajes señalados, se dedican de tiempo completo al intento por manchar cualquier acción de gobierno del presidente.

Mienten descaradamente. Desinforman. Intentan engañar a los ciudadanos, presentando una imagen catastrófica de nuestro país. Todo va mal en México, según ellos. El lodo es su herramienta de trabajo.

Y no obstante contar con recursos ilimitados y mantener presencia permanente en redes sociales, su mensaje opositor no prospera.

¿Por qué?

Hoy lo dijo el presidente López Obrador con toda claridad. "Hay libertad total para opinar. Incluso para agredir e insultar. A diario se ataca al presidente de México y está bien. Pero se debe tener en cuenta esto: quien insulta, se degrada a sí mismo. Existe una sociedad que observa y califica el proceder de cada político, o representante social. Al Pueblo ya no se le engaña"

Los influencers conservadores están cobrando buenos sueldos provenientes de los bolsillos de empresarios nacionales y de organismos y fundaciones de otros países.

Hacen a diario su trabajo. Pero no obtienen resultados.

La gente no cree en ellos. Se burla de ellos. Los tiene identificados como agentes reaccionarios, en quienes no se puede confiar.

Llenarán las redes sociales de mensajes. Pero estos se pierden en la indiferencia colectiva.

Son influencers dentro de sus enormes granjas de bots.

En la vida real, son vistos como lamentables títeres, que no tiene capacidad para imponer la visión conservadora, en el grueso de la sociedad mexicana.

Una sociedad que ha aprendido bien a identificar a sus verdaderos enemigos.

Malthus Gamba

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